Nunca como en la edición de
1975 se efectuaron tantas críticas a una fiesta
central de la vendimia.
Del espectáculo central sólo se salvó el aporte
musical de Tito Francia, cuya maestría como
guitarrista le dio un ritmo a la Canción de
Mendoza.
La función, en su integridad, tuvo un desarrollo
aburrido, con frecuentes errores técnicos (sólo
se proyectaron 30 de las 500 diapositivas previstas)
y un contenido cargado de intencionalidades.
Ni Eduardo Hualpa (director general), ni Genoveva
Du Haut de Saguez (coreógrafa), con su trayectoria
profesional, pudieron salvar a la fiesta del
desorden generalizado.
Al final, la elección sirvió para atemperar
los malos momentos vividos ya que fue muy reñida
y motivó el entusiasmo del público.
El veredicto favoreció a Teresa Beatriz Ripoll,
de Guaymallén, proclamada como Teresa II.
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TERESITA RIPOLL - Guaymallen |