Lavalle tuvo que esperar casi
quince años para que el ansiado reinado llegara
por segunda vez.
La agraciada por la belleza del departamento
del Norte mendocino vino en 1970 con Nora Beatríz
Pringles, una reina de una belleza muy singular:
labios y ojos grandes como los de una famosa
actriz italiana. De ellos, sin embargo, nacían
una mirada y una sonrisa apacibles, serenas,
casi indefinibles.
Fue el 7 de marzo, en una noche
donde el clima de algarabía se mantuvo hasta
el día siguiente. "De la vida espero
la felicidad total, que para mí consiste en
trabajar y en el matrimonio.
En mi vida siempre he sido muy sencilla, pero
ahora estoy confusa. No he perdido la serenidad,
pero ahora estoy muy cansada para hablar de
lo que haré mientras dure mi reinado...".
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NORA BEATRIZ PRINGLES -
Lavalle |