Ivo Pelay se inspiró en la popularizada marcha para esbozar y dirigir la representación de 1954, en la que se empleó por primera vez el teatro griego en construcción al pie del Cerro de la Gloria, al Sudoeste del Monumento al Ejercito de los Andes.

"Canto a Mendoza" resultó un espectáculo sencillo, pero que agradó a la muchedumbre. Las mismas instalaciones sirvieron para montar días después el "Gran Retablo Folklórico Cuyano".

Luego de un desfile de numerosos cuadros que ofrecían vistosas danzas y números musicales, se hizo la esperada elección, como resultado de la cual la corona real tuvo como destino una mujer de un departamento todavía no agraciado.

El jurado se inclinó en este año por Violeta Marina Mighetto, de Lavalle, de una mirada y una sonrisa tan dulces como los frutos de la tierra de donde vino a representar a su pueblo.