El azar intervino por segunda
vez en 1952 para definir a la candidata al mandato
vendimial. También el infortunio privó por segunda
vez a Guaymallén de obtener el apetecible título.
En este capítulo de la historia de la vendimia,
tanto las representantes de Rivadavia, Francisca
Jahan, y de Guaymallén, Amalia Muñoz, habían
obtenido 39 votos cada una.
Cuando se dispuso que un sorteo diera su veredicto,
en ese instante todos los espectadores sintieron
la presencia de una fuerza extraña y poderosa,
invisible pero omnipotente, que dictaría su
ley caprichosa e inapelable." Un momento
difícil de olvidar".
La suerte se inclinó hacia
el departamento del Este, y su representante
fue coronada como Francisca I, al tiempo que
ésta estallaba en un llanto incontenible mientras
sentía que los atributos reales tocaban su cuerpo.
Testigos de esta emotiva anécdota, de las centenares
que llenan el anecdotario vendimial, fueron
los 100.000 espectadores congregados esa noche
luminosa en los predios del parque General San
Martín.
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FRANCISCA JAHAN - Rivadavia |