Primeras diez fiestas vendimiales.
La fecha fue significativa para que sus organizadores
no sólo señalaran la importancia
de una trayectoria ininterrumpida de 10 años,
sino que esbozaran una fiesta cuyo clima de
alegría se confundiese con el auspicioso
síntoma del fin de la Segunda Guerra
Mundial.
Así fue. El espectáculo de 1945,
resultó vistoso y agradó a la
gran cantidad de turistas que ya habían
comenzado a identificar a Mendoza con la celebración
del trabajo y los frutos cosechados.
Para poner a prueba la veracidad de los pronósticos
del Observatorio Meteorológico Regional,
inaugurado ese año en el Parque General
San Martín, las autoridades se vieron
obligadas a suspender el acto por los anuncios
de mal tiempo. No obstante el festejo central
se llevó a cabo al día siguiente.
Maipú, consiguió por segunda vez
el ansiado título Nacional merced a la
belleza de su representante, Noemí Ongarato
Suarez.
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