Un kilómetro antes de completar
el circuito del lago se dobla hacia la izquierda para
llegar a otro paraje de incomparable belleza: el Volcán.
Antes de abrazar la villa, el viajero
debe recorrer cinco kilómetros que se constituyen
en una acuarela salpicada con vegetación autóctona,
puestos de cabras, y numerosos arroyos que corren
por los cañadones. En el trayecto, se encuentra
Estancia Grande, una localidad ideal para acampar,
y cuatro kilómetros adelante El Volcán,
el tradicional rincón del veraneo puntano,
abre sus brazos para recibir al visitante.
Pequeña villa es cruzada por el río
del mismo nombre. Es de aguas tranquilas y su cauce
se halla festoneado de sauces, en donde se encuentran
asadores, restaurantes, hosterías, bares y
casas de alquiler. El lugar más concurrido
de la zona es La Hoya, un balneario público
con piletas naturales en un cañadón
rocoso.
Otro balneario es el Salto
Colorado, y una de sus mini-excursiones obligadas
es hacia la gruta de la Virgen de La Guarda. En las
proximidades de El Volcán se encuentra el dique
Cruz de Piedra, sobre el Río Cuchi-Corral.
Embalsa 12 millones de metros cúbicos de agua,
de una cuenca de 156 kilómetros cuadrados.
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