Se cree que fue levantada por los jesuitas entre 1730 y 1740. La primera noticia concreta acerca de su existencia la dio el Visitador Correa de Saá en 1751, al mandar agregar al libro de fábrica el inventario "de la capilla del Rosario de la Piedra Blanca". El edificio es, por lo tanto, anterior a la Villa de Merlo, fundada en 1796 por el marqués de Sobremonte, Gobernador Intendente de Córdoba del Tucumán, y así llamada en honor al entonces Virrey don Pedro Melo de Portugal (el nombre actual, "Merlo", es una deformación fonética). El lugar fue elegido por Sobremonte "por las buenas cualidades de sus aguas, de las tierras y del clima, y también por existir allí una capilla que perteneció al curato de Renca". La construcción, de muros de adobe revocados a la cal, se caracteriza por la cubierta montada sobre vigas de algarrobo desbastadas con hacha. La Capilla custodia una imagen de la Virgen del Rosario.