En el noreste de la provincia, se encuentra
enclavada en medio de una llanura, la mayor cuenca cerrada
de Latinoamérica.
Un espejo de agua salada con un extensión de unos 6.000
km2 que, además de haber sido declarado reserva natural,
es el habitad del 25% de las especies de aves que existen
en país.
La planicie sobre la que se asienta, cambia su morfología
al paso de los desbordes de los ríos y el avance de
la laguna. Islotes, humedales, ambientes salinos, costas altas
y bajas, extensiones de agua que se pierden en un horizonte
entrecortado por el vuelo de los flamencos.
El aprovechamiento de este espejo de agua, reconocido internacionalmente
por sus propiedades terapéuticas, así como la
bondad del clima, fue el motivo por el cual Mar Chiquita gozaba
de un particular prestigio entre algunos círculos de
Italia y Alemania, aún antes que fuese explotada por
los propios habitantes de la región.
La belleza del paisaje, el vuelo de las aves y las saludables
propiedades de la zona, se conjugan a demás, con una
atractiva oferta recreativa y de alojamiento.
Actividades náuticas, pesca, balnearios, playa, casino,
confortables hoteles y una exquisita gastronomía. Todo
allí nos incita a conocer esta espectacular reserva,
a recorrer su inmediaciones y sentarnos a disfrutar del mágico
atardecer que brinda el vuelo de mil flamencosrosados que
bailan sobre el horizonte.
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