La ciudad fue fundada en el año 1592 por
Juan Jufré y Montesa con el nombre de San Juan de la Frontera.
La provincia demoró un siglo y medio para fijar las características
definitivas de su escudo.
En el año 1816, el Patricio Don José Rudecindo Rojo, agregó
a la bandera de la división Sanmartiniana, comandada por Cabot,
un escudo bordado tomándolo del blasón aprobado por la Asamblea
del año XIII (el Escudo Nacional). La primera documentación
que se conoce con un antecedente del escudo provincial data
de 1821, un año después que la provincia consiguió su autonomía.
En este documento aparece un sello con escudo con las siguientes
características: es un escudo ovalado cortado, en el cuartel
inferior aparecen dos manos entrelazadas sosteniendo una pica
que remata en el cuartel superior en un gorro frigio. En el
jefe aparece un sol naciente y rodeando al escudo, por
fuera, dos guirnaldas, presumiblemente de laureles. Por último
se destaca en grandes letras "Gobierno de San Juan".
Con posterioridad se suceden numerosas iniciativas referentes
a las características que debería tener el Escudo de San Juan,
produciéndose una anarquía conceptual.Así se llega a la ley
del 13 de julio de 1911, sancionada durante el gobierno del
Dr. Victorino Ortega, mediante la cual se consagra la primera
iniciativa legal tendiente a fijar los atributos del Escudo
Provincial.
El Artículo 1º de la ley dice: El escudo heráldico de
la provincia tendrá en lo sucesivo la forma oval o elíptica
en la proporción de 1 por 0,85 de sus ejes respectivamente
y deberá contener en el poit do chef el sol meridiano
apoyado en un marco cerrado concéntrico al escudo y orlado
de laureles y oliva, este a la diestra. El campo del
área estará cortado por las manos de la alianza, sosteniendo
un rollo que lleva al extremo un gorro frigio en gules,
sobre campo de azur, de las manos en alto. El campo
general de sable".
Escudo recreado a partir de la interpretación del Artículo
1º de la Ley Provincial del 13 de julio de 1911 |
La anarquía continuó hasta casi medio siglo después en que
el Dr. Alberto Correa Moyano, diputado por la Honorable Cámara
de Representantes, prestó atención al asunto y le encargó
al profesor César H. Guerrero (entonces director del Archivo
Histórico) para que investigara todos los antecedentes históricos
referentes al tema, partiendo desde el nacimiento de la Patria
hasta el año 1959. El historiador se expidió dando a conocer,
sin apartarse mucho de la estructura que tenía, algunas diferencias
muy importantes: a) El sol que corona al escudo debe ser un
sol incaico y no heráldico ni flamígero, con rayos que simbolicen
el número de departamentos. b) Las guirnaldas deben ser de
laurel y olivo en sinople. c) El gorro frigio en gules. d)
Manos y brazos diestros. e) Las guirnaldas de laurel y olivo
deben ajustarse abajo con una cinta Patria, símbolo de Argentinidad.
Este anteproyecto de ley quedó postergado durante un tiempo,
hasta que durante la Intervención Federal de la Provincia,
presidida por el Cnel. Fernando Pérez Méndez, pudo materializarse.
El escudo definitivo de la provincia (el que hoy conocemos)
fue aprobado por el decreto-ley Nº 1-G del 9 de mayo de 1962.
El decreto dice así: EL MINISTRO DE GOBIERNO INTERINO A CARGO
DE LA INTERVENCIÓN FEDERAL DECRETA CON FUERZA DE LEY
Art. 1º Modifíquese el art. 1º de la Ley del 13 de julio de
1911, el que quedará redactado de la siguiente forma:
Art.1º: El Escudo heráldico de la Provincia será de forma
elíptica en proporción 1 por 0,75 de sus ejes respectivos
y cortado dentro de un marco concéntrico. Llevará apoyado
sobre el borde superior el sol incaico, con 18 rayos en oro.
Dos ramas de laureles orlarán al mismo sin tocarse sus puntas.
El campo inferior en plata lo cruzarán dos manos encajadas,
vestidas en sable, sosteniendo una pica, en cuya parte superior,
se apoyará el gorro frigio en gules, sobre un campo azul celeste.
La unión de las ramas en sus extremos inferiores irá atada
con una cinta Patria, símbolo de argentinidad."
Escudo de San Juan |
Tiene forma ovalada, cortado con un campo superior de azur-celeste
(azul-celeste), y uno inferior de plata (blanco).
En el campo inferior se estrechan dos manos diestras con brazos
vestidos de sable (negro), en símbolo de unión, mientras
sostienen una pica que está rematada por un gorro frigio de
gules (rojo) en el cuartel superior, representando
la libertad. Como en la mayoría de los escudos provinciales,
lo enmarcan dos ramas de laurel de sinople (verde)
con frutos, que representan a la tierra cultivada, y a la
victoria. Las ramas se unen por debajo con una cinta celeste
y blanca. Corona al escudo un sol, que no es el tradicional
de la heráldica nacional, sino que es un sol incaico figurado
de oro (amarillo), que da sentido americanista, con
dieciocho rayos representando a los departamentos provinciales
existentes en ese momento.
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