La Compañía de Jesús llega a la provincia
de Córdoba, en la actual Argentina en 1599. En 1608 crean
el Noviciado y dos años después se declara al Colegio
de Córdoba como Colegio Máximo. Debido a algunos problemas
económicos que se presentan, comienzan a adquirir establecimientos
o tierras que destinarán a la explotación rural, en
diversos lugares de la provincia.
Años más tarde, estos convertidos en estancias colaboraron
con el sostén económico de los colegios de la Orden
en la capital cordobesa. El 15 de enero de 1618, el R.P. Pedro de
Orate, provincial de la Orden, compra al Alférez Real Don.
Gaspar de Quevedo, las tierras en el lugar que los aborígenes
denominaban "Guanusacate". Ya en la escritura de compra
se cita la existencia de veinte mil cepas de viña, algunas
construcciones y un molino. La producción de Jesús
María, se orientó así, principalmente a la
elaboración de vino. También, se realizaban otras
actividades como: crianza de ganado vacuno, tejido en telares de
cordellate, fabricación y jabón y velas y trabajos
en la huerta de la que se obtenían: manzanas, granadas, duraznos,
cebada, azafrán, garbanzos, lentejas, habas y arvejas.
Además, de sementeras de trigo, maíz, Durante el primer
tercio del siglo XVIII, comenzó la construcción de
los sectores más destacados del edificio. Según cita
un documento de la época inauguraron la nueva bodega, el
refectorio y ocho cuartos.
Frente al presbiterio se encuentra la cúpula en cuyos entablamentos
hay cuatro ángeles de fisonomía nativa y cuatro cabezas
con tocados aborígenes. Los detalles ornamentales del frente
del Templo no estaban terminados antes de la expulsión. En
1767, con la Real Pragmática de Carlos III, rey de España,
los jesuitas son expulsados de los reinos de España, Portugal
y Nápoles y todas sus posesiones pasan a ser administradas
por la denominada Junta de Temporalidades. Desde la expulsión
de la Compañía hasta 1775, la estancia fue administrada
por la citada Junta. Por último, sale a remate en tres oportunidades
y los interesados forman parte de la familia de don Félix
Correas, originaria de Mendoza, quienes finalmente la compran.
El museo
En 1941, la Comisión Nacional de Museos y Monumentos
y Lugares Históricos declara a la antigua estancia como Monumento
Histórico Nacional (Decreto Nº 90732). Posteriormente,
comienzan las tareas de restauración y puesta en funcionamiento
del edificio y el 18 de mayo de 1946 se instala en su interior el
Museo. Este tiene, actualmente, dieciocho salas de exposición
distribuidas entre planta baja y primer piso. En la exhibición
permanente de sus colecciones de gran importancia histórica
y artística, se destacan: la de Arte Sacro Colonial de los
siglos XVII Y XVIII y el material de Arqueología y Etnografía
del Noroeste y Centro Argentino con colecciones que van desde el
año 300 a. C. hasta el siglo XVI.
También se pueden ver; Grabados Europeos, monedas, medallas,
Mobiliario civil y religioso europeo y americano, porcelanas y cerámicas
europeas, todos de diversos períodos. En esta Institución
se realizan durante el año: conciertos, conferencias, talleres,
seminarios, presentaciones de libros y exposiciones temporarias.
Desde el año 2000, integra con la Manzana jesuítica
de Córdoba y el conjunto de estancias de la provincia, la
Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO.
CONTACTO
Director: D. Nelso Lenarduzzi
Pedro Oñate S/Nº | CP 5220 | Jesús María
| Provincia de Córdoba
Teléfono: +54 (3525) 420-126
Horarios: Martes a viernes de 8 a 19. Sábados y domingos
de 10 a 12 y de 14 a 18 (otoño e invierno) y de 10 a 12 y
de 15 a 19 (primavera y verano)
Entrada: $2 | Martes gratis | Menores de 12 años, grupos
escolares y grupos de jubilados, gratis
Visitas guiadas: solicitarlar telefónicamente o por correo
electrónico.