Calles
Rivadavia y San Martín - Ciudad de Buenoa Aires
El actual edificio de la Iglesia Metropolitana de La
Santísima Trinidad de Buenos Aires, consagrada Catedral
en 1836, es el sexto que se levanta en el solar que
Juan de Garay le asignara al trazar la ciudad, en 1580.
Se sabe que el quinto de los templos se construyó en
1682, pero su factura era tan precaria que en 1727 debió
rehacerse la fachada (obra que se atribuye al arquitecto
jesuita Andrés Blanqui).
Tras un derrumbe total en 1752, la Iglesia definitiva
fue proyectada en 1754 por el arquitecto saboyano Antonio
Masella. Tiene tres naves e importantes capillas laterales;
en el crucero, la cúpula, proyectada por el Arq. Alvarez
de Rocha en 1770, se eleva sobre un alto tambor; el
profundo presbiterio, bajo el cual se encuentra el Panteón
de los Canónigos -en el que son enterrados los dignatarios
de la Catedral- termina en un muro testero recto.
La actual fachada fue diseñada en 1822 por el francés
Próspero Catelin, uno de los técnicos europeos contratados
por Rivadavia para trabajar en el país; el pórtico dodecástilo,
de estilo neoclásico, le da un carácter más civil que
religioso. La ornamentación del frontispicio, que representa
el reencuentro del patriarca Jacob con su hijo José,
fue realizada entre 1860 y 1863 por José Dubourdieu.
En 1877, el arquitecto Enrique Aberg reformó la capilla
lateral para dar lugar al Mausoleo del General San Martín,
obra del escultor Albert Carrier-Belleuse. Entre las
valiosas obras de arte que se conservan en su interior,
se destacan el altar mayor, obra de Isidro de Lorea;
la sillería del presbiterio; y las imágenes religiosas
de la Virgen de los Dolores, en la Capilla dedicada
a su advocación (a la izquierda del altar mayor) y el
Santo Cristo de Buenos Aires, obra del siglo XVII.
|