PARQUE NACIONAL EL REY

UBICACIÓN: Centro norte de la provincia de Salta, Dpto. de Anta.

Parque Nacional El Rey

HISTORIA-ANTECEDENTES DE SU CREACIÓN: Antes de convertirse en el primer Parque Nacional que amparase la Yunga o Selva Tucumano-oranense, el Rey era una estancia (la famosa Finca El Rey) como muchas otras de la región. Estaba consagrada a la ganadería, a la que le seguía en importancia una agricultura de subsistencia y una extracción forestal ligada a las necesidades ganaderas. Su organización correspondía en gran medida a un sistema feudal, como todos los grandes establecimientos de la época. Según la tradición local, la finca era célebre por la calidad de sus caballos. Pero su mayor trascendencia proviene del terreno literario, ya que el célebre poeta salteño, Juan Carlos Dávalos se inspiró en su naturaleza y sus hombres para escribir algunos de sus mejores cuentos. El fruto de su aguda observación se aprecia en los relatos que integran "Los Gauchos", una obra antológica. Por la merced o concesión que le fuera otorgada en 1767 al Coronel Juan Adrián Fernández la autoridad colonial, la estancia fue administrada por sus descendientes hasta 1926, momento en que debió ser vendida por problemas económicos. Veintidós años más tarde, el Estado Nacional adquiría las tierras para establecer un Parque Nacional.

FUNDAMENTOS DE SU CREACIÓN: Amparar un amplio valle con muestras representativas de la Yunga ubicada en las laderas y cerros y ambientes del Chaco semiárido ocupando las zonas bajas.

DESCRIPCIÓN GENERAL: El Parque se encuentra enclavado en un amplio valle, en forma de herradura, enmarcada por las altas serranías de la Cresta de Gallo en el poniente, y por la Sierra del Piquete al naciente, estando ubicada su entrada en una reducida abra, ubicada en la parte Sur. A las cumbres aludidas, que constituyen los límites naturales del Parque, se asciende gradualmente desde el interior, aunque hacia el exterior los cerros caen abruptamente, con escalones de hasta 200 metros de altura. El valle presidido ayer por el casco de la finca y hoy por la Intendencia y la abandonada Hostería, está salpicado en toda su extensión de lomadas menores y más bajas, que lo hacen muy quebrado y de difícil tránsito, por estar totalmente cubiertos de bosques. En la entrada, siguiendo el camino de acceso, se aprecia un tipo especial de vegetación, con Algarrobos, Cebiles, Guayacanes, Sombra de Toro, Tala y algunos Quebrachos de la Sierra, que alternan con lugares abiertos ocupados por pastizales. Este tipo de bosque contrasta con el resto de la vegetación que ocupa las laderas vecinas, y forma una zona de contacto o transición entre la vegetación chaqueña y la Yunga. A medida que se va subiendo por los faldeos, empieza a manifestarse la verdadera selva nublada o Yunga. El paisaje a veces inmerso entre las nubes, crea un ambiente fascinante y mágico. Enormes árboles centenarios, como Cedros, Horco Molles y Laureles de la Falda, permanecen casi totalmente cubiertos de lianas, enredaderas y epífitas. Si continúa la ascensión, atravesaremos la Selva de Mirtáceas, hasta dejar atrás la exuberante vegetación y llegar a un paisaje abierto, dominado por pocas especies de árboles. Son los Bosques Montanos, donde los Alisos, el Pino del Cerro y la Queñoa forman bosques casi puros. Después hallaremos los prados de altura, por sobre los cuales vuelan los Cóndores Andinos. Ya en las cimas, el anfiteatro que forma el valle del Parque puede dominarse con la vista en toda su extensión.

PROBLEMAS DE CONSERVACIÓN: Al igual que los otros parques de las selvas de montaña del noroeste, El Rey sufre los problemas de caza y pesca furtiva. La primera se produce en las áreas limítrofes con propiedades privadas y la segunda se realiza dentro de los ríos y arroyos del Parque. Aunque no es frecuente, a veces de produce la ingresión de ganado doméstico al área. Gracias a la acción educativa de los Guardaparques las acciones depredatorias han disminuido notablemente en los últimos años. A pesar de ello, es muy poco lo que se puede hacer para evitar o detener la destrucción de los ambientes naturales más allá de los límites del Parque. La deforestación masiva, la extracción de madera, la caza y la transformación de los bosques por cultivos, se produce en gran escala en toda la región. Esto está ocasionando, paulatinamente, el aislamiento biológico del Parque, que de esta manera pierde conexión con otras las áreas protegidas que amparan este bioma: los Parques Nacionales Calilegua y Baritú.

YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS/PALEONTOLÓGICOS: No posee

 

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