RESEÑA 
                          HISTÓRICA
                          
                          Habiéndose inaugurado la línea entre 
                          Moreno y La Villa de Luján, del Ferrocarril del 
                          Oeste, El Presidente del Directorio de ésta Empresa 
                          solicita al Gobierno de la Provincia, el 30 de abril 
                          de 1864, la creación de una estación y 
                          pueblo sobre el ramal mencionado, entre terrenos donados 
                          por Manuela Gómez y Manuela Maison y por el Dr. 
                          Bernardo de Yrigoyen. 
                          E l 12 de mayo se concedió la autorización, 
                            disponiéndose que el nuevo poblado se denominase 
                            General Rodriguez, en memoria del que fuera Gobernador 
                            de la Provincia de Buenos Aires. La resolución 
                            preveía así mismo la formación 
                            de una comisión vecinal, que se encargaría 
                            de la erección y fomento del pueblo. Los trabajos 
                            de fundación se emprendieron de inmediato, 
                            con intervención activa del ferrocarril.
                          General Rodriguez quedó bajo la jurisdicción 
                            de la Villa de Luján, situación que 
                            perduró hasta la sanción de la Ley del 
                            25 de Octubre de 1878, que creó el Partido 
                            homónimo.
                          Se halla situado en el noroeste de la Provincia, 
                            al oeste de la Capital Federal, lindando con los partidos 
                            de: Pilar, Moreno, Marcos Paz, General Las Heras y 
                            Luján.
                          Topográficamente es una planicie con algunas 
                            ondulaciones, surcadas por los arroyos La Choza y 
                            Durazno y otros cursos de agua de menor importancia, 
                            todos ellos afluentes del Río Reconquista, 
                            sus tierras de buena calidad, ofreciendo una capa 
                            considerable de tierra negra que las hace aptas para 
                            la explotación mixta.
                          Su ciudad cabecera ofrece una fisonomía edilicia 
                          predominantemente moderna, aunque exista aún 
                          buen número de construcciones antiguas