La
fuerte presencia del campo junto a la ciudad balnearia
sigue asombrando a los visitantes. Por la ruta 88 que
viaja hacia Necochea se descubren decenas de quintas
y chacras con cultivos de frutas y verduras. Son campos
que al llegar a Chapadmalal se interrumpen por las canteras
que parecen surgidas de paisajes lunares.
Aquí los amantes del ecoturismo tiene una cita
obligada: se trata de recorrer la zona y dejarse invadir
por los ruidos de los pájaros, los colores exóticos,
los aromas frescos que llegan de las sierras del oeste.
Una aventura que lleva por subidas y bajadas que dejan
ver las gigantescas cavas de cuarcita muy usada en las
fachadas de los chalés. También pueden
visitarse las canteras donde se fabrican cerámicos
y ladrillos con antigua técnicas artesanales.
Las granjas ecológicas son un paseo educativo
que permite conocer el uso de energías alternativas,
la cría de animales de corral, el funcionamiento
del tambo, las colmenas, las caballerizas y además
saborear productos típicos.
Muy cerca, en los parajes San Francisco y Santa Paula
se producen hortalizas y frutas. La Casa Batán
en la actualidad es un depósito de lana y galpón
donde los pastores alimentan y esquilan a las ovejas
a la vista del público. Una fiesta para grandes
y chicos.
La vieja estación Chapadmalal del Ferrocarril
del Sud es de 1923. Un año después la
visitó Rabindranath Tagore con Victoria Ocampo;
en 1925, el Príncipe de Gales llegó para
visiar la estancia de su amigo Miguel Alfredo Martínez
de Hoz. El camino sigue hasta cruzarse con el Paseo
Costanero Sud. Junto al mar está el complejo
hotelero en la que se encuentra una de las residencias
de descanso del presidente Argentino
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