RESEÑA HISTÓRICA
El Gobernador Juan Manuel de Rosas, por Decreto
suscripto el 25 de diciembre de 1839, creó
el partido de Ajó con tierras tomadas del de
Monsalvo. De inmediato se nombró al primer
juez de paz y a partir de mediados del siglo XX a
esta autoridad se sumó la de una comisión
municipal.
Años después, precisamente durante 1864,
el gobernador Saavedra dispuso la fundación
del pueblo de General Lavalle en la margen derecha
del arroyo de Ajó, según lo informado
por una comisión nombrada al efecto y el Departamento
Topográfico. Realizados y aprobados los trabajos
de mensura y trazado, el juez de paz local comunicó
al Gobierno (el 1° de diciembre de 1868)haber
trasladado el juzgado a la población formada,
en respuesta al petitorio formulado por vecinos del
mismo.
Por negligencia de la población y sus autoridades,
a principios de 1869 la traza efectuada en 1864 estaba
malograda, por lo cual se gestionó un nuevo
trazado que, realizado por el agrimensor Vicente Sousa,
fue aprobado por el Gobierno en marzo de 1870.
En julio de 1877, una inundación anegó
la mitad del pueblo cabecera; su gravedad fue tal
que lo incomunicó por cierto tiempo con el
exterior y provocó, luego, el éxodo
de muchos de sus habitantes.
Transcurridos algunos años las autoridades
provinciales conscientes de la pobreza existente en
la zona y a efecto de impulsarla atrayendo nuevos
pobladores- sancionaron una ley, en octubre de 1883,
por la cual se dispuso extender el ejido respectivo.
Declarando tierras públicas a las pertenecientes
a Jorge Gibson. Por Decreto de 1885 procediéndose
a la venta de los solares formados con el referido
ensanche.
En 1891 el partido de Ajó trocó su nombre
por el de General Lavalle, rindiéndose así
homenaje la ilustre militar de las campañas
de Chile y Perú (1817-1824) y héroe
de los combates de Bacacay e Ituzaingó durante
la guerra contra el imperio brasileño (1827).
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